Gobierno, sindicatos y empresarios se reúnen este lunes, desde las 11.00 horas, para intentar cerrar un acuerdo que prorrogue los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 30 de septiembre. Lo harán prácticamente ‘in extremis’, pues apenas quedan tres días para que venza el plazo de la actual regulación.
Todo apunta a que esta será la jornada definitiva para saber si los ERTE se prorrogan con acuerdo, ya que el nuevo texto deberá pasar por el Consejo de Ministros de mañana martes. Así las cosas, el acuerdo debería de estar cerrado para dicha fecha. De no conseguirlo para el 30 de septiembre, las partes alertan de la «inseguridad jurídica» que ello generaría para empresas y trabajadores.
Decisiva reunión
La reunión de este lunes se celebra con un nuevo texto sobre la mesa: el que se comprometió a enviar el Gobierno a CCOO, UGT, CEOE y Cepyme tras el último encuentro, que tuvo lugar el pasado jueves, y en el que se produjeron avances, aunque no los suficientes para dar el acuerdo por cerrado.
Casi 750.000 trabajadores que aún permanecen en un ERTE están pendientes de esta negociación que, al igual que ocurrió con la prórroga anterior, se ha llevado casi hasta el extremo pese a la buena sintonía que mostraron Gobierno y agentes sociales a principios de este mes.
Puntos principales y discrepancias
La idea del Gobierno, si no cambia en las próximas horas, es prorrogar los ERTE hasta el 31 de enero, una vez finalizada la Campaña de Navidad. Aunque los agentes sociales y el Ejecutivo ya tienen zanjados algunos puntos de esta negociación, los referidos a la protección social, dos temas les separan del acuerdo: dónde focalizar los ERTE y cómo deben ser las exoneraciones de cuotas empresariales a la Seguridad Social.
El Gobierno, en palabras del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, entiende que, en lo que respecta a los ERTE, «no puede haber café para todos» porque no todas las empresas se han visto afectadas por la pandemia con la misma intensidad.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha asegurado, por su parte, que los ERTE llegarán a todas las empresas que lo necesiten y que la idea es que se tenga en cuenta toda la «cadena de valor» para no dejar fuera a actividades que están padeciendo, indirectamente, la paralización de algunos sectores, especialmente el turístico.
A los agentes sociales no les convence focalizar los ERTE, con sus condiciones ventajosas, en sólo unos pocos sectores. En este sentido, fuentes empresariales indicaron que mientras no se dé cabida en los ERTE a todas las empresas y trabajadores no habrá acuerdo con el Gobierno.
Desde los sindicatos se ha destacado que se han planteado al Gobierno fórmulas para poder ampliar la protección a más empresas y trabajadores, como los de hostelería y comercio. No obstante, CCOO y UGT confían en conseguir el acuerdo para poder tenerlo listo antes del Consejo de Ministros de mañana.
El otro obstáculo que está dificultando el pacto con el Gobierno son las exoneraciones a las empresas por los trabajadores, ya que el Ejecutivo quiere que éstas sean más generosas para los trabajadores que salen de los ERTE que para los que siguen en ellos. Por el contrario, los agentes sociales creen que las exenciones sólo deberían aplicarse para los trabajadores que se quedan en los ERTE. Lo contrario, en palabras del secretario general de CCOO, Unai Sordo, es un «despropósito».
La última propuesta conocida del Gobierno en este sentido pasa por aplicar exoneraciones «bastantes altas», superiores al 80%, para ERTE de determinados sectores, los más afectados por la pandemia, así como para las empresas vinculadas a los mismos, siempre que demuestren una importante caída de su facturación.
Pese a estas dos importantes diferencias, Gobierno y agentes sociales han conseguido despejar, con acuerdo, algunos temas que formarán parte de la prórroga de los ERTE: los referidos a la protección social.
Así, según ha anunciado la ministra Díaz, se ha acordado elevar el ‘contador a cero’ de 180 a 196 días y aplicarlo durante todo 2021, mantener la prestación de los trabajadores en ERTE en el 70% de la base reguladora, aunque transcurran seis meses (antes bajaba al 50% a los seis meses de percibo) e introducir una prestación para trabajadores fijos-discontinuos por la mala temporada turística.