El anuncio de los ERE en CaixaBank y BBVA en estos últimos días está poniendo de relieve la delicada situación de los empleados de banca. Lo que hasta hace un tiempo se presentaba como un puesto de trabajo estable y con buenas condiciones, ahora está rodeado de despidos masivos y expedientes de regulación de empleo. Si, por un lado, CaixaBank anunciaba el despido de 8.291 empleados, BBVA prescindirá de 3.798 personas.
Justificaciones de CaixaBank
Ante este panorama, ambas entidades bancarias intentan salir al paso de las críticas justificando sus decisiones. CaixaBank asegura que el expediente de regulación de empleo (ERE) para 8.291 personas planteado este martes «es necesario» y que se debe a motivos productivos y organizativos dadas las duplicidades y sinergias derivadas de la fusión y las circunstancias del mercado.
En un comunicado, explicado que los criterios que se aplicarán para determinar la afectación del proceso serán la «voluntariedad y la meritocracia». La entidad bancaria ha sostenido que ha presentado una propuesta de cambios en las condiciones laborales para avanzar hacia un marco de condiciones «sostenible y unificado». Se trata de la unificación de medidas relacionadas fundamentalmente con aspectos complementarios de la remuneración y la previsión social, así como cuestiones vinculadas a la flexibilidad necesaria para avanzar en el modelo de negocio y mantener la sostenibilidad de la red rural.
Justificaciones de BBVA
Por su parte, la dirección de BBVA ha planteado el despido de 3.798 personas y el cierre de 530 oficinas en un procedimiento que fundamenta en motivos productivos y organizativos derivados de la transformación digital.
BBVA apoya su decisión en el contexto de profunda transformación para el sector, marcada por una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales.
El banco considera que para garantizar su competitividad y la sostenibilidad del empleo a futuro, resulta «imprescindible» continuar trabajando de forma aún más decidida en reducir su estructura de costes.
Críticas del Gobierno
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha afirmado que entidades financieras como CaixaBank y BBVA, deberían tener en cuenta las ayudas públicas que recibieron en la anterior crisis antes de acometer un ERE.
«Los dirigentes de las instituciones financieras deben ser conscientes de hasta qué punto se ha protegido al sector para evitar males mayores, y en esta situacion esa reflexión me parece particularmente relevante (…) Esa reflexión debería inspirar cualquier decisión empresarial», ha subrayado. Escrivá ha recordado a las entidades financieras que su ‘rescate’ no sólo se manifestó a través de la limpieza de sus balances, sino también con una serie de ayudas públicas que deberían tener en cuenta a la hora de anunciar ajustes de plantilla.
El ministro confía en que estos ERE sean los últimos que se producen en el marco de “un modelo antiguo de ajustes de empleo que debe transformarse y dar paso a mecanismos de flexibilidad interna inspirados en los actuales expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), tal y como está contemplado en el Plan de Recuperación”. Dichos mecanismos, ha apuntado Escrivá, “son más eficaces para abordar los procesos de transformación empresarial, más graduales y permiten reestructuraciones ordenadas en los que los vínculos con la empresa se mantienen”.