Realizar la primera evaluación para determinar si la situación planteada se ajusta a la misión del servicio y conocer la historia de violencia padecida.
Prestar atención social, integral y personalizada a las mujeres, respondiendo a las demandas y necesidades según la problemática individual.
Diagnóstico social de la situación y evaluación del impacto en los aspectos sociales.
Atender a las demandas de urgencia y situaciones de crisis.
Dinamizar espacios grupales
Establecer los contactos y coordinaciones necesarias con la red pública o privada
Evaluación de riesgo y atención en situaciones de riesgo.
Participar en actividades de formación, prevención y sensibilización en temas relacionados con violencia machista y otras actividades para divulgación del servicio.
Realización de informes para diferentes organismos y según necesidad de cada caso.
Otras funciones propias de la categoría profesional determinadas por la coordinación del servicio.